viernes, 7 de septiembre de 2018

Pineau

Pineau 

¿Por qué triunfó la escuela? O la modernidad dijo: “Esto es educación”. Y la escuela respondió: “yo me ocupo” 

Cambio pedagógico acompañó el pasaje del  XIX al XX: la expansión de la escuela como forma educativa hegemónica. La escuela se convirtió en un innegable símbolo de los tiempos, en una metáfora del progreso. 
La escuela es un epifenómeno de la escritura pero también es “algo más”. La escuela es un dispositivo de generación de ciudadanos o de proletarios pero “no solo eso”. La escuela es a la vez una conquista social y un aparato de inculcación ideológica de las clases dominantes. 
Fin de aclarar por qué triunfó la escuela. Muchas de las interpretaciones sobre el proceso de escolarización lo funden con otros procesos sociales y culturales (socialización, alfabetización, institucionalización educativa). Estos otros desarrollos se escribieron en sintonía pero no en homología con la historia de la escolarización. 
Históricamente, si bien los contextos cambiaron, el “texto escolar” resistió. Todas estas modificaciones terminaron optando por la escuela como forma educativa privilegiada. La eficacia escolar parece residir, entonces, en su interior y no en su exterior. 
A los educadores modernos les es muy difícil ver la escuela como un ente no fundido en el “paisaje educativo”, lo que probablemente sea la mejor prueba de su construcción social como producto de la modernidad. 
Su condición de “naturalidad” es también una construcción históricamente determinada que debe ser desarmada y desarticulada. 
En primer lugar, buscaremos despegar la escuela del paisaje educativo moderno a partir de analizar sus particularidades e identificar una serie de elementos que provocan rupturas en el devenir histórico-educativo, para luego reubicarlo en el paisaje y sostener que la escolarización es el punto cumbre de condensación de la educación como fenómeno típico de la modernidad. 

1. ¿Qué es una escuela? O nombrando al camello que los árabes no ven. 
Algunas de las piezas que se fueron ensamblando para generar la escuela: 
- Homología entre escolarización y otros procesos educativos: La escuela se impuso con las otras formas educativas presentes. Así, el triunfo de la escuela implicó la adopción de pautas de escolarización por ciertas prácticas pedagógicas previas o contemporáneas (como catequesis o formación laboral) y la desaparición de otras. 
- Matriz eclesiástica: une el monasterio con la escuela. Función de conservación del saber validado de la época, y que emparenta a ambas instituciones a su vez con el templo antiguo. La escuela hereda del monasterio su condición de “espacio educativo total”. Donde la totalidad de los hechos que se desarrollan son educativos. 
- Regulación artificial: Reelaboración del dispositivo de encierro institucional heredado del monasterio. Las normas. 
- Uso específico del espacio y el tiempo: La escuela diferencia muy marcadamente los espacios destinados al trabajo y al juego, a los docentes y los alumnos, y define ciertos momentos, días y épocas como aptos para la enseñanza. El tratamiento que se da a estas dos cuestiones está en función de la pedagogía que la institución asuma. 
- Pertenencia a un sistema mayor: Cada esucela es un nudo de una red mendianamente organizada denominada sistema educativo. A su vez, buena parte de las regulaciones de la escuela proviene desde afuera pero también desde dentro del sistema. Decretos, reglamentos, circulares e inspecciones. 
- Fenómeno colectivo: construcción de saberes que permitieran coaccionar sobre el colectivo. Se denomina establecimiento de la gubernamentabilidad (Foucault) estrategia que es adoptada por la escuela al presentarse como una forma de enseñar a muchos a la vez, superando así el viejo método preceptorial de la enseñanza individual. 
Más allá de esta cuestión de corte “económico” esta rivalidad colectiva aporta elementos para estimular prácticas educativas solo posibles en estos contextos. 
- Constitución del campo pedagógico y su reducción a lo escolar. Un “método” de enseñar diferente del método de saber. El “cómo enseñar” se vuelve objeto de una nueva disciplina: la “pedagogía”, que surge hacia el XVII como espacio de reflexión medianamente autónomo. 
Entre XVIII y XIX, el campo pedagógico se redujo al campo escolar. En el XX, lo escolar fue a su vez limitado a lo curricular. 
- Formación de un cuerpo de especialistas dotados de tecnologías específicas: junto con la constitución de los saberes presentados antes se produjo la constitución de los sujetos donde estos debían encarnarse: los docentes. Esta tenencia monopólica de los saberes específicos para comprender, controlar y disciplinar a los alumnos. 
- El docente como ejemplo de conducta: el docente debe ser un ejemplo (físico, biológico, moral, social, epistémico, etc) para sus alumnos. 
- Especial definición de la infancia: la infancia comenzó a ser interpelada y caracterizada desde posturas negativas: “incompletud” lo que la convirtió en la etapa educativa del ser humano por excelencia. Se construyó un sujeto pedagógico, el “alumno” y se lo volvió sinónimo de infante normal y la totalidad de la vida de este niño fue escolarizada. Educar fue completar al niño para volverlo adulto. 
- Establecimiento de una relación inmodificable asimétrica entre docente y alumno: docente y alumno son las únicas posiciones de sujeto posibles en la pedagogía moderna. Así, el docente se presenta como el portador de lo que no porta el alumno, y el alumno como alguien que siempre será menor respecto del otro miembro de la díada. 
- Generación de dispositivos específicos de disciplinamiento: la escuela fue muy efectiva en la construcción de dispositivos de producción de “cuerpos dóciles”. Mecanismo de control social. 
- Currículo y prácticas universales y uniformes: Estos conocimientos básicos anclaron en la escuela, que logró presentarse ante la sociedad como la única agencia capaz de lograr su distribución y apropiación masiva. 
- Ordenamiento de los contenidos: la escuela recorta, selecciona y ordena los saberes que considera que debe impartir a sus alumnos. 
- Descontextualización del contenido académico y creación del contenido escolar: este saber escolar implica la creación de un nuevo saber, el saber escolar, que responde a ciertas pautas (debe ser graduado, debe adaptarse al alumno, debe ordenarse en unidades). Estas prácticas de transmisión de saberes se encuentran íntimamente articuladas al funcionamiento disciplinario. 
- Creación de sistemas de acreditación, sanción y evaluación escolar: nuevo tipo de capital cultural: el capital institucionalizado (Bourdieu). El otorgamiento del capital cultural institucionalizado es monopolizado por el sistema escolar, lo que lo convierte en un tamiz de clasificación social. 
- Generación de una oferta y demanda impresa específica: La escuela implicó la creación de nuevos materiales escritos. 

2. La escolarización como empresa moderna, o en qué somos árabes mirando camellos. 
La constitución de la escuela no es un fenómeno que resulta de la evolución “lógica” y “natural” de la educación, sino de una serie de rupturas y acomodaciones en su devenir. La educación entendida como empresa moderna. 
Pedagogía de Kant: despliega las premisas educativas modernas. 
La educación se ubica en el sujeto moderno autocentrado. Es el proceso por el cual el hombre sale de la naturaleza y entra en la cultura. La clasificación interna de lo educativo (cuidados, disciplina e instrucción) que da lugar a las tres interpelaciones a su sujeto (niño pequeño, educando y estudiante) establece los límites entre un interior y un exterior que permite controlar el azar y los excesos del exterior. 
“únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre”. El planteo es llevado aún más allá. La educación es la piedra de toque del desarrollo del ser humano. La relación entre disciplina e instrucción soldada por Kant se mantiene en las concepciones modernas sobre educación. 
La disciplina ha de realizarse temprano. 
La relación instrucción/disciplina establece las fronteras precisas de lo educativo. El hombre educado es un hombre cultivado/ disciplinado. Es posible comprender este fenómeno dentro de lo que Foucault llamó la “gubernamentabilidad” en tanto forma de disciplina y gobierno no ya dirigida a un territorio, o a la familia, sino a la población. 
Kant reofrzó una de las operaciones centrales de la educación moderna: la constitución de la infancia como sujeto educativo por exelencia. 
El burgués siglo XIX fue el “laboratorio de pruebas” de la escuela. Se presentaron nuevos y distintos aportes a la causa escolarizante. Así se reprocesó el pensamiento educativo moderno principalmente a partir del despliegue del liberalismo, el positivismo y el aula tradicional. 
El liberalismo plantea la constitución de sujetos libres por medio de las prácticas educativas. Educación liberal es la formación del ciudadano como sujeto portador de derechos y obligaciones a partir de la delegación de su soberanía en los organismos electivos. 
Es un derecho incuestionable de los individuos que la sociedad debe garantizarles, pero a su vez es una obligación de los ciudadanos para con la sociedad. Estado docente y obligatoriedad escolar. 
El  sistema educativo se convirtió e una vía inestimable de ascenso social y de legitimación de las desigualdades, en una tensión constante entre la igualdad de oportunidades y la meritocracia que ordenan sus prácticas. 
El positivismo también abonó la causa escolar. La comprensión de la escuela como la institución evolutivamente superior de difusión de la única cultura válida como instancia de disciplinamiento social que permitiera el desarrollo y el progreso ordenado de la humanidad. Europa construía una justificación cultural y educativa del imperialismo. 
El postivismo estableció la cientificidad como el único criterio de validación pedagógica. Toda propuesta educativa debía demostrar que era científica. 
Serie de reducciones: la pedagogía fue reducida a la psicología y la psicología a la biología. De esta forma se podía establecer desde el comienzo quiénes triunfarían en el terreno educativo y quiénes no tenían esperanzas.  
Produjo entonces los siguientes desplazamientos: el individuo con problemas de conducta tiene problemas de adaptación al medio y es un organismo enfermo y se ubica en un grado menor en la escala evolutiva. Por el contrario, el individuo que se adaptaba mejor era un organismo superior y sano. Darwinismo social. 
El aula tradicional ordenó las prácticas cotidianas. La organización del espacio, el tiempo y el control de los cuerpos siguió el método de organización propuesto por este último. Otorgó al docente un lugar privilegiado. El aprendizaje (en tanto proceso individual de incorporación de los saberes por los sujetos) queda fundido en la enseñanza (en tanto proceso de distribución intencional de saberes). 
Siguiente triángulo: alumno pasivo y vacío, reductible a lo biológico, y asocial. Se debe controlar su cuerpo y formar su mente. Docente fundido en el Método, reducido a ser un “robot enseñante”. Saberes científicos acabados y nacionalizadores. 
1911 Durkheim definió “educación”. De fenómeno esencialmente humano en Kant, la educación se vuelve un fenómeno esencialmente social en Durkheim. 
Durkheim refuerza la dupla represión/liberación mediante la inscripción social de la educación. 
Durkheim “naturaliza” a la escuela al volverla heredera de la “evolución pedagógica” previa negando su historicidad. Finalmente, la pone bajo el control estatal. De la “educación es un proceso social” se desplaza a “la escuela debe ser estatal”. 

3. A modo de cierre, o repensando la travesía. 
Nuestro aporte en este trabajo ha sido pensar la escuela no como un fenómeno natural y evolutivo sino histórico y contradictorio, como una de las tantas, y no la única, opción posible.

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